martes, 18 de diciembre de 2012

La delgada línea entre la inspiración y el plagio

A estas alturas de la película y sobre todo con la entrada en nuestras vidas de Internet parece que todo está ya inventado. En mayor o en menor medida todos los trabajos requieren una dosis de creatividad.

Cuando buscamos alguna idea novedadosa investigamos y nos inspiramos en otras ideas de éxito. La inspiración nos puede llegar con cualquier mínimo detalle. El problema viene cuando queremos vender una idea como nuestra a costa del trabajo de otros. Por otro lado, es posible que esos "otros" se den cuentan y entonces la credibilidad del que cogió prestada esa idea se esfume.

Uno de los mejores consejos que me han dado en esta vida fue uno de mi padre: "Sé como una esponja" (obviamente no se refería a la bebida). Quería decirme que me fijara en todo lo que me rodea, que estuviera atenta a todas las personas que conociera... Y le hice caso. Me encanta explorar lo desconocido y mi curiosidad no tiene límites. A la hora de hacer un trabajo me acuerdo de tal o cual detalle, le doy un par de vueltas y lo transformo en algo completamente diferente, algo más mío.

Es difícil ser creativo con los tiempos que corren, por ello hay que trabajar la imaginación. ¿O pensais que un copy-paste de verdad vale la pena?

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